miércoles, 22 de abril de 2015

(T7) Dosis en TC.

     En la actualidad contamos con equipos cuyas ventajas diagnósticas han disparado su uso en los últimos años creándose a su vez nuevas aplicaciones clínicas fuera de los servicios de radiodiagnóstico. Esto hace que cada vez sea mayor la cantidad de pancientes sometidos a estas.

     Las dosis recibidas por el paciente durante una exploración de TC se encuentran entre las más elevadas de todas las técnicas de radiodiagnóstico. Si a ello sumamos el incremento continuo en la frecuencia y complejidad de estas pruebas en los últimos años,  tenemos un aumento de las dosis administradas a la población y un mayor riesgo de sufrir efectos biológicos.

JUSTIFICACIÓN

   Una radiografía sólo está justificada si proporciona un beneficio neto frente al detrimento individual que puede causar. En este proceso de justificación deben involucrarse tanto el médico que solicita la prueba como el especialista que la va a realizar o supervisar.
El objetivo es evitar todas las exposiciones a la radiación que sean innecesarias. Las principales causas de esta sobreexposición no justificada son las siguientes:

1. Repetición de pruebas efectuadas con anterioridad: Es fundamental conocer las radiografías existentes y averiguar si es necesaria la exploración.
2. Solicitud de excesivas pruebas complementarias que en algunos casos pueden proporcionar       resultados irrelevantes o muy poco probables

3. Falta de toda la información clínica necesaria para analizar en profundidad qué se necesita buscar con las pruebas de diagnóstico

4. Prescripción de exploraciones con una frecuencia mayor a la de la evolución de la enfermedad.

5. Petición de pruebas inadecuadas por desconocimiento de las diferentes técnicas diagnósticas que pueden aplicarse.


OPTIMIZACIÓN

      Para minimizar el riesgo también es necesario tomar medidas para optimizar las dosis impartidas de forma que sean lo más bajas posibles compatibles con la obtención de la información diagnóstica requerida. La optimización de estos parámetros es una tarea compleja, puesto que depende del tipo de aplicación, del tamaño del paciente y del modelo de tomógrafo. Como ayuda existen una serie de guías europeas y nacionales que recomiendan unos protocolos de partida para diferentes exploraciones.

NIVELES DE REFERENCIA

      Los niveles de referencia para diagnóstico (NRD) contribuyen a la optimización de la protección de los pacientes procurando evitar que sean expuestos a dosis innecesariamente altas. Su establecimiento se enmarca en el programa regular de garantía de calidad. Cabe destacar que no se trata de límites de dosis que esté prohibido superar, sino de una herramienta de investigación para detectar niveles de dosis inusualmente altos y adoptar las medidas adecuadas para optimizarlos. Los valores de referencia no se aplican nunca sobre pacientes a nivel individual.

      Para comparar la tecnología TC respecto a la radiología convencional y constatar la importancia de la adecuada selección del examen a practicar, en la tabla siguiente se indican las dosis efectivas para ambas técnicas. 


FORMACIÓN

      La formación precisa y de calidad es el primer paso para alcanzar los principales objetivos que persigue la protección radiológica.


Conclusión

     Todo puede ser bueno en su justa medida. La técnica TC es una técnica que aporta múltiples ventajas respecto a su “predecesora”, Rayos-X, pero el uso indebido, o mejor dicho excesivo, puede provocar daños en el organismo. Es muy importante que el especialista tenga los conocimientos necesarios para saber si la prueba puede ayudar en el diagnostico o simplemente sirve para lanzar una dosis innecesaria al paciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario